sábado, 3 de septiembre de 2011

Juan Ignacio Irigoyen


El sonido de “Cast Away”, año 2000.

El diseñador de sonido Randy Thom comenta en este artículo acerca del reto que le significó a él y a los otros miembros de su equipo diseñar el apoyo sonoro de la película de Robert Zemeckis.
El reto para el equipo surgía en parte de la base de que la historia presentaba a un personaje que durante casi toda la película se encuentra en una isla desierta, en la que no hay ni aves, animales terrestres o insectos, cuyos sonidos capturar, ni tampoco hay diálogos o banda sonora. Con lo cuál el equipo de la película, se podría decir que se preguntó: Y ahora, ¿qué sonido capturamos?
Tomando este aspecto en consideración, Zemeckis propuso a Thom que trabajara en la composición sonora de la isla, centrándose principalmente en el ruido del viento y del agua. Y no solo de un único tipo de sonido de viento, sino de varios. Lo mismo, aplicable también al caso del agua.
De modo que “Cast Away” acabaría siendo una película que en su etapa de post-producción se llenaría de gigabytes de agua, como se explica en el artículo. Aunque parecería increíble, cada momento de la cinta cuenta con variedades distintas de ruido de agua y viento. También es curioso mencionar que en algunas de las escenas, los sonidos de agua o viento que escuchamos, no son tomados en el momento de hacer la toma, sino que agregados luego.

El sonido según Hitchcock

Hitchcock era dogmático, dice este artículo, con respecto a las funciones dramáticas del sonido y de la banda sonora. Y en sus objetivos de experimentar con la música, su intención era reducirla lo máximo posible, algo que finalmente llevaría al extremo con “Los Pájaros”, donde no hay música de ninguna clase.
Hitchcock tenía sus ideas muy claramente definidas, cuando del sonido de sus películas se trataba, y esto quedaba claro si uno leía sus anotaciones. Salvo, que según su compositor Bernhard Hermann, a veces parecía que estuviera loco, cuando estaba a punto de cometer una metida de pata y su compositor tenía que acudir en su ayuda, para proveerlo de buenas ideas y salvar la película de caer en el silencio. Su tendencia era de escribirle notas claramente especificadas a sus colaboradores al momento de la post-producción.
Por ejemplo, para algunas de las secuencias de “Psicosis” especificó elementos claves como el volumen que quería del sonido de los autos en la carretera, cuando se acercaran al vehículo del personaje de Marion, o también cómo pretendía que se escuchara el sonido del motor del auto de la protagonista. Asimismo, también le dio mucha importancia a la lluvia, su intención para el agua de la ducha o el sonido del cuchillo.

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