martes, 6 de septiembre de 2011

Juan Ignacio Irigoyen

El sonido de "Cast Away", año 2000.

 

El diseñador de sonido Randy Thom comenta en este artículo acerca del reto que le significó a él y a los otros miembros de su equipo diseñar el apoyo sonoro de la película de Robert Zemeckis, ya que en un principio parecía que la historia carecería de estos.

El reto para el equipo surgía en parte de la base de que la historia presentaba a un personaje que durante casi toda la película se encuentra en una isla desierta, en la que no hay ni aves, animales terrestres o insectos, cuyos sonidos capturar, ni tampoco hay diálogos o banda sonora. Con lo cuál el equipo de la película, se podría decir que se preguntó: Y ahora, ¿qué sonido capturamos?

Tomando este aspecto en consideración, Zemeckis propuso a Thom que trabajara en la composición sonora de la isla, centrándose principalmente en el ruido del viento y del agua. Y no solo de un único tipo de sonido de viento, sino de varios. Lo mismo, aplicable también al caso del agua.

De modo que "Cast Away" acabaría siendo una película que en su etapa de post-producción se llenaría de gigabytes de agua, como se explica en el artículo. Aunque parezca increíble, cada momento de la cinta cuenta con variedades distintas de ruido de agua y viento. También es curioso mencionar que en algunas de las escenas, los sonidos de agua o viento que escuchamos no son tomados en el momento de hacer la toma, sino que agregados luego.

 

El sonido según Hitchcock

 

Hitchcock era dogmático, dice este artículo, con respecto a las funciones dramáticas del sonido y de la banda sonora. Y sin importar cuánto confiara él en su compositor o en el mezclador de sonido, él siempre les dictaba anotaciones de todo tipo al momento de pasar a la postproducción de sus películas.

Por ejemplo, para algunas de las secuencias de "Psicosis" especificó elementos claves como el volumen que quería del ruido de los autos en la carretera, cuando se acercaran al vehículo del personaje de Marion, o también cómo pretendía que se escuchara el motor del auto de la protagonista. Asimismo, también le dio mucha importancia a la lluvia, su intención para el agua de la ducha o el sonido del cuchillo. Y no dejó pasar tampoco el detalle de los pasos del detective, una vez que este entraba al motel Bates o el cómo debía de oírse su respiración.

Sin embargo lo que más sacudió a sus colaboradores fue su idea, según ellos, alocada, de experimentar "sin" el plano sonoro, reduciendo el acompañamiento musical lo máximo posible, algo que finalmente llevaría al extremo con "Los Pájaros", donde no hay música de ninguna clase.

 

 

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